10 años después de la "Firma de la Paz"

Los guatemaltecos debemos de celebrar doblemente la Navidad de este año, ya que en el 2006 cumplimos 10 años de haber firmado la paz en el gobierno de el entonces presidente de la república y actualmente alcalde de la ciudad de Guatemala el Sr. Alvaro Arzú Irigoyen.

Muchos fueron los obstáculos que se interpusieron en el año de 1996, ya que todo mundo tenía el deseo de haber sido el que firmara ese momento histórico después de 36 años de lucha armada entre la guerrilla izquierdista y el ejército nacional. Dentro de esos personajes estaban: Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz en 1992 y Monseñor Quezada Toruño arzobispo de la iglesia católica, así como líderes de otros sectores.
Pero fué el Sr. Alvaro Arzú quién de acuerdo a una entrevista hecha por el Siglo XXI hace unos dias logró los acuerdos con un verdadero apretón de manos, sin presiones de ningún sector y realzando al lider Ricardo Ramirez (comandante Rolando Morán)que representó a la guerrilla por el cumplimiento de la palabra con quién comparte un reconocimiento de España ( Principe Asturias) junto al actual alcalde, algo de lo que ambos se sienten orgullosos.


Lo cierto es que la sociedad guatemalteca hoy ya no vive aquellos años obscuros en donde murieron miles de ciudadanos (200,000 aprox.), siendo las etnias indígenas las más afectadas y que personas aún no satisfechas con el logro de la paz, reclaman las masacres y muertes de aquel entonces, y que definitivamente han dejado huellas y heridas sin sanar. Actualmente se ha encontrado a traves de la justicia nacional e internacional traer a juicio a ex-jefes militares acusados de genocidio, y de los cuáles uno a muerto en Venezuela, otros están presos en Guatemala para ser enjuiciados y otros aún están libres y dentro de la política nacional activamente, a pesar de peticiones hechas desde paises como España.


Indudablemente después de 10 años Guatemala ha buscado cuesta arriba esa reconciliación, pero que vivimos mejor en cierta forma no es falso si observamos que desde la firma de la paz no ha muerto ninguna persona relacionada al conflicto armado de acuerdo a las palabras de Alvaro Arzú y de acuerdo a los que vivimos indirectamente esos años en donde el temor y la desesperanza se habían adueñado de nuestras vidas.Solo los que fuimos testigos de como era Guatemala en esos años podemos decir que a pesar de la violencia, los secuestros y la muerte actual, no podemos comparar la caótica situación que esa guerra trajo y en donde al final los más afectados han sido todos aquellos que fueron obligados a participar en los grupos insurgentes y enseñados a matar con AK47 y a morir por el ideal de un grupo de militares izquierdistas e intelectuales tan criollos como otros y tan menos indígenas como los que murieron en las terribles garras de las armas de un ejército que brutalmente desintegró comunidades completas y desapareció miles de almas, la mayoría inocentes que se convirtieron en carne de cañon por aquellos años de ambas milicias.

No cabe duda que aún hay odio y rencor, no cabe duda que el documento REMHI no fué suficiente para muchos como tampoco la firma de la paz para.
Está en nuestras manos, buscar esa paz duradera entendiendo que la mayoría no fuimos ni arte ni parte de ese conflicto que no pedimos a nadie, conflicto por lo que miles emigraron y por lo que miles no tienen fe ni esperanza porque viven en la miseria.
Está en nuestras manos, pensar que después de 10 años de la firma de la paz y sobre en esta época de Navidad que los guatemaltecos vamos cuesta arriba en cuestiones de seguridad y respeto por la vida, pero que aquellos años nunca más volverán y cada día que pasa estamos obligados a reconstruir nuestra tierra en aras de la paz que se firmó y del derecho universal que tenemos a encontrar la felicidad a traves de la interculturalidad y el respeto entre todos.


Felicidades Guatemala por esos diez años, que a muchos nos han hecho creer nuevamente que juntos podemos llegar muy lejos.
Aunque suene contradictorio, Feliz Navidad Guatemala doblemente!!!